Algo que suele ser común, es desconocer algunos conceptos y el por qué funcionan ciertas cosas. Esta ignorancia, aparentemente inofensiva, en algún momento puede costarnos algo valioso. No es hasta que nos vemos afectados, que caemos en cuenta de la importancia de estar informado, manejar el significado de ciertos términos y de cómo funcionan los procesos de nuestro entorno.
Tú que estás leyendo este artículo, es probable que tengas como dirección de habitación, o un negocio, en una propiedad horizontal. Haces vida con otras personas, fuera de tu círculo familiar, y comparten varios elementos en común, no solo un espacio físico, sino deberes y responsabilidades propios de una copropiedad. Tener claro qué es la copropiedad, su concepto y todo lo que implica su funcionamiento, es el conocimiento que debes internalizar para una buena convivencia.
Entonces, no es solo conocer el concepto de copropiedad, saber qué es la copropiedad, es estar consciente de todos los requerimientos necesarios para gestionar su existencia como persona jurídica, para efectos legales, y como espacio físico para mantener su infraestructura, su valor en el mercado inmobiliario y la calidad de vida de todos los residentes. En este tipo de cohabitación, existen dos tipos de espacios: privados y comunes. Con estos últimos, es dónde suelen presentarse la mayor cantidad de conflictos, porque para su uso se deben cumplir algunas normas y su disponibilidad no es permanente.
Los espacios privados, su mismo nombre lo sugiere, son de uso exclusivo de sus propietarios; que en una propiedad horizontal residencial sería un apartamento o casa. Mientras que en una de tipo comercial, sería un local. Es importante acotar, en esta diferenciación, que también existen propiedades horizontales mixtas (residencial y comercial). Entre los espacios de uso común se tienen parqueaderos, lobby, escaleras, pasillos, ascensores, terrazas, salones de usos múltiples, etc. Hacer esta discriminación es importante para determinar en sí, qué es una copropiedad.
En los espacios privados, su uso es a criterio del propietario y tiene absoluta autonomía sobre ellos, claro está, siempre que no viole la ley de propiedad horizontal o el reglamento interno. Por otra parte, las zonas comunes pertenecen a todos, pero su uso, disfrute y control está regulado por los organismos que hacen vida dentro de la copropiedad, a saber: la asamblea general, el consejo de administración o el administrador inmobiliario.
Diferencia entre Bienes Privados y Bienes Comunes
En nuestro país, la ley 675 en su artículo 3°, define estos espacios de la siguiente manera:
“Bienes privados o de dominio particular: Inmuebles debidamente delimitados,
funcionalmente independientes, de propiedad y aprovechamiento exclusivo,
Integrantes de un edificio o conjunto sometido al régimen de propiedad horizontal, con
salida a la vía pública directamente o por pasaje común.
Bienes comunes: Partes del edificio o conjunto sometido al régimen de propiedad
horizontal pertenecientes en proindiviso a todos los propietarios de bienes privados,
que por su naturaleza o destinación permiten o facilitan la existencia, estabilidad,
funcionamiento, conservación, seguridad, uso, goce o explotación de los bienes de
dominio particular”.
¿Qué es la Copropiedad?
Una vez hechas estas consideraciones, podemos hacer una definición más precisa y sencilla del término copropiedad: Es un espacio destinado para uso común cuya propiedad es de un conjunto de personas, que la ejercen de forma parcial compartiendo derechos y deberes.
La copropiedad debe estar dentro del marco legal para poder hacer vida en un país. En el caso de Colombia, esto está previsto en la misma ley 675 de 2001, en su artículo 32, y citamos:
“Objeto de la persona jurídica. La propiedad horizontal, una vez
constituida legalmente, da origen a una persona jurídica conformada por los
propietarios de los bienes de dominio particular. Su objeto será administrar correcta y
eficazmente los bienes y servicios comunes, manejar los asuntos de interés común de
los propietarios de bienes privados y cumplir y hacer cumplir la ley y el reglamento de
propiedad horizontal”.
Una vez que hemos definido lo que es la copropiedad, puede llamar la atención, y de hecho es uno de los puntos más álgidos de la convivencia, el compartir la posesión del conjunto o edificio. Esta figura de propiedad, hace que todos los residentes tengan derechos y al mismo tiempo deben cumplir con obligaciones, sobre las zonas en común; éstas son parte de la estructura física del inmueble e implica también los espacios de acceso que se comparten.
Es importante señalar que los copropietarios tienen acceso a estas zonas de uso común, para su uso y disfrute, siempre y cuando cumplan con las normas establecidas para tal fin. Recordemos que estos espacios pueden ser accesos, sótanos, parqueaderos, pasillos, escaleras y terrazas o áreas de diversión y esparcimiento como jardines, canchas, piscinas, gimnasios, etc.
Hacemos énfasis en las zonas comunes de lo que es una copropiedad, porque, reiteramos, su uso es un foco generador de conflictos cuando un residente se extralimita en su derecho o no cumple con sus obligaciones. Es en este punto donde se hace primordial la existencia y aplicación de un reglamento interno, mismo que debe ser aprobado por la asamblea general, y cuyo objetivo, en este apartado, es el uso adecuado de las áreas comunes para propiciar la sana convivencia.
Una práctica muy común, para la autogestión de la propiedad horizontal, es el arrendar algunas de las zonas comunes; principalmente salones de usos múltiples, locales o piscinas, que por un tiempo establecido en contrato, generará ingresos a la administración del inmueble. El manejo de estos recursos debe ser transparente y bien invertidos en la misma copropiedad, lo que derivará en la credibilidad y confianza en la administración.
Con este artículo se quiere resaltar la importancia de manejar conceptos y de saber cómo funcionan las cosas. En este caso, saber lo que es la copropiedad, pero más importante aún, estar consciente de los deberes y derechos que esta forma de posesión y convivencia implica. De esta manera se motiva al cumplimiento de los reglamentos y las leyes, para asegurar la buena convivencia en el inmueble, el mantenimiento de su estructura y su gestión administrativa.
Para una limpieza y mantenimiento integral de tu propiedad horizontal, contáctanos y solicita tu cotización.
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