En una definición muy básica y sencilla, el reciclaje, consiste es reutilizar cualquier material usado o desechado, en su totalidad o parcialmente, para crear un nuevo producto; pero, también lo podríamos definir como un hábito, una práctica cotidiana muy loable si pensamos que con ello estamos contribuyendo a la preservación de nuestro planeta.
Un gran número de nuestras actividades diarias, como individuos o conglomerado, acarrea como consecuencia la generación de un sinfín de residuos y desperdicios que han generado un gasto energético y económico, que aun cuando, se perciban como materia sin valor se pueden procesar e insertar como productos nuevos en determinado mercado para su respectivo uso.
El proceso de reciclaje contempla sus etapas bien definidas que como estructura se resume en las tres erres, a saber, Reducir, Reutilizar y Reciclar. Sin embargo, se puede agregar una etapa previa a las antes mencionadas y sería la creación del hábito de reciclar. Un antiquísimo aforismo reza que la educación empieza por casa; fomentar el proceso de reutilización de desechos o residuos pasa por educar, por concienciar sobre la importancia y beneficios del reciclaje. Es por esta premisa de educación, que para iniciar el ciclo de reciclaje en tu copropiedad, debes empezar por ti mismo, en tu núcleo familiar.
El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible estima que en Colombia se producen casi 4 millones de toneladas al día, de cuya cifra solo se recicla un 17%. Dicho porcentaje solo es posible si se realiza un proceso, lo más óptimo posible, desde la fuente de desechos, que en tu caso, sería tu hogar y la propiedad horizontal donde habitas.
Entonces, te surgen preguntas tales, como:
1) ¿Por dónde empiezo a reciclar?
El primer paso sería recolectar y clasificar tu propia basura.
2) ¿Bajo qué criterio realizas esa clasificación?
Una clasificación general y básica, es separar los residuos orgánicos de los inorgánicos. A su vez, éstos últimos, se pueden separar según su tipo de material en:
Cartón, metal, vidrios y plástico. Con los orgánicos, que son de origen natural, se puede preparar abono para jardines o plantas ornamentales.
El Consejo de Administración de tu copropiedad será el siguiente actor en el proceso de reciclaje, ciñéndose a normativas ambientales para tal fin. El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible legisló que “a partir del 1 de enero de 2021, en todo el territorio nacional colombiano, la separación de residuos en la fuente se hará en recipientes de color blanco, negro y verde.”
Verde: Residuos de origen natural, los denominados orgánicos y que son aprovechables, entre ellos restos de alimentos, residuos de corte de césped y poda de jardín, etc.
Negro: residuos que no tengan la cualidad de aprovechables. Ejemplos: papel higiénico; servilletas, papeles y cartones contaminados con comida; papeles metalizados, entre otros. En esta categoría de recipiente también deberán recolectarse los residuos originados por el tratamiento del COVID-19 como tapabocas, guantes o cualquier insumo médico que haya tenido contacto con pacientes de este virus.
Blanco: residuos aprovechables categorizados como limpios y secos. tales como el plástico, vidrio, metales, papel y cartón.
Una vez que se ha decidido en una copropiedad horizontal adoptar la cultura del reciclaje, se debe sistematizar este proceso, definiendo bien los responsables de esta actividad y los diversos pasos a seguir. El Consejo Administrador de tu copropiedad será quién regirá y establecerá las normas por las cuales regirse, luego de un previo estudio de factibilidad y de concienciación sobre la mejor manera de reciclar en tu copropiedad.
Entre las recomendaciones generales para estructurar un proceso de reciclaje en una copropiedad horizontal, se pueden mencionar las siguientes:
- Campañas educativas para concientizar y crear el compromiso en todos los habitantes de la copropiedad.
- Reducir, en la mayor medida posible, la cantidad de residuos y desechos. Punto éste que es consecuencia de la primera recomendación.
- Disponer de una zona común dentro de la copropiedad donde se instalarán los diferentes contenedores para clasificar los desechos y residuos según normativa del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
- Apoyarse en empresas recolectoras de determinados objetos de gran tamaño, volumen y peso: lavadoras, secadoras o muebles.
De forma unívoca, cada residente de la copropiedad horizontal debe hacer su aporte, que por pequeño que parezca, aporta a la cadena de reciclaje. Las recomendaciones para los residentes, primera etapa del proceso, serían las siguiente:
- Internalizar cada campaña de recolección de desechos o desperdicios, implementada por el Consejo Administrador de tu copropiedad.
- Estimar el máximo tamaño permitido que se puede arrojar por los bajantes de basura, con el fin de evitar atascamientos en los mismos.
- Estar al tanto sobre qué objetos se pueden lanzar por los bajantes, de esta forma se ayuda a la clasificación de los residuos.
- Dado que en estos bajantes se acumulan gases, no arrojar fuentes de energía que puedan provocar explosiones.
- Realizar una correcta clasificación de tus residuos, así facilitas la recolección general en tu copropiedad horizontal.
La importancia del reciclaje reside en los múltiples beneficios para la copropiedad y el medio ambiente. Revisemos algunos de esos beneficios:
- Ahorro energético: Fabricar un producto desde cero consume muchos más energía que reutilizarlo. Con esto, se reducen gastos de energía y de recursos naturales también.
- Reducción de la contaminación: Reciclar disminuye los efectos de recalentamiento global, reduce la cantidad de desechos arrojados a océanos y vertederos.
- Genera empleos: En el proceso de reciclaje hay una industria que genera grandes cantidades de empleos y de dinero. Las materias primas recicladas no son suficientes para cubrir la demanda del mercado. Con lo cual, si un mayor número de ciudadanos practicamos el reciclaje, se cubriría en gran parte tal demanda y por ende, generaría más mercado laboral e ingresos.
- Fomento de un ambiente sano: Con la cultura del reciclaje se logra una comunidad más limpia y sana, evitando potenciales focos de enfermedades. Esto le da un valor a tu copropiedad en la calidad de vida que, el mencionado bien inmueble, ofrece para ti y tus vecinos.
En conclusión, el buen hábito del reciclaje, individual y comunitario, trae como consecuencia dos grandes beneficios: un ambiente sano para vivir y una potencial fuente de ingresos para tu copropiedad horizontal, en cuyo caso, el medio justifica el fin; reciclemos porque es un gran negocio donde ganaríamos todos.
Comparte:
más Posts
Consejos de Diseño de Jardines para Espacios Reducidos en Propiedad Horizontal
Consejos de Diseño de Jardines para Espacios Reducidos en Propiedad Horizontal El diseño de jardines para espacios reducidos en propiedad
Administración de Conjuntos Residenciales: Claves para una Gestión Exitosa
Administración de Conjuntos Residenciales: Claves para una Gestión Exitosa La administración de conjuntos residenciales es una tarea compleja y crucial
Cómo Elegir el Mejor Personal de Aseo para tu Conjunto Residencial
Cómo Elegir el Mejor Personal de Aseo para tu Conjunto Residencial Contratar el personal adecuado para el aseo y mantenimiento
Cómo el Outsourcing de Aseo Puede Transformar tu Colegio en Colombia
Cómo el Outsourcing de Aseo Puede Transformar tu Colegio en Colombia En Colombia, la gestión de colegios va más allá
Entrenamiento y Gestión de Personal para un Club House Residencial Excepcional
Personal para Club House: La Gestión y Entrenamiento perfecto. La gestión efectiva y el entrenamiento adecuado del personal son elementos
Cómo Mejorar la Comunicación en Conjuntos Residenciales con Piezas Gráficas Imprimibles
Gestionar un conjunto residencial implica mucho más que mantener las instalaciones en buen estado y administrar los recursos. Es una
Optimizando Tu Espacio: Estrategias de Mantenimiento para Club House Residencial
Estrategias de Mantenimiento para Club House Residencial, Anna Group